domingo, 3 de septiembre de 2017

Cuando lo que te gusta te llega a frustrar

Ella decía: "Me gusta que sea detallista, pero me da rabia que me esté corrigiendo cuando hago las cosas de forma diferente a lo que él espera". Él decía: “antes, ella quería salir conmigo a todos lados y lo disfrutaba mucho, pero ahora no puedo tener un tiempo sólo o con mis amigos, quiere ir conmigo a todas partes”. – La pregunta es: Si así eran cuando se conocieron, ¿por qué ahora les molesta tanto? -

En una relación, lo que al principio te gusta de tu pareja primero te atrae, luego te incomoda y finalmente puede terminar por frustrarte. Si se ponen a pensar, cada vez son más los ejemplos en los que esto sucede. A ella le gusta que él sea emprendedor y muy dedicado con su trabajo, pero después no soporta cuando él llama para decir que se tiene que quedar más tiempo en el trabajo. A él, le gustaba escucharla hablar de sus experiencias y de lo que día a día le sucedía, y ahora no aguanta escucharla todo el tiempo, aun hasta por el teléfono en sus sucesivas llamadas. Lo que nos gusta, después de un tiempo puede llegar a frustrarnos, por el simple hecho de repetir la historia continuamente.

Si culpo a mi pareja por "mi" frustración, a pesar de que así lo(a) conocí, encontraré muchas justificaciones para molestarme, llenarme de ira o rencor y tal vez hasta querer terminar la relación. En cambio, si trato con "mi frustración", es decir, asumo la responsabilidad por lo que me pasa a mí, o lo que YO estoy sintiendo (incomodidad, molestia, rabia, etc.) y trato con ello (al margen de lo que mi pareja haga o deje de hacer), entonces podré descubrir nuevas formas de relacionarme con él o con ella. 

Lo enriquecedor de las diferencias es que es un terreno aún por descubrir, si quito mi enojo o trato con él, puedo darme la oportunidad de encontrar nuevas cosas que podemos aprender juntos como pareja.

¿Y cómo se trata con la frustración?
Primero debemos entender que esta sensación de frustración no tiene que ver con nuestra pareja, tiene que ver con nosotros mismos. En la etapa del enamoramiento o noviazgo, lo que te atrae de tu pareja es aquello que estás descubriendo, lo vives intensamente y hasta lo admiras porque es diferente a ti, diferente a lo que estás acostumbrado(a) a vivir, una vez que te acostumbras, sobretodo en la etapa de la convivencia, todo cambia y hasta cansa, por eso te puede llegar a frustrar.

Tratar con la frustración es ver las cosas desde otra perspectiva. Si así se conocieron y además eso que te cansa o te frustra, es lo que al principio te gusto de tu pareja, por qué seguir renegando o lastimándote por las cosas que ocurren. Dos recomendaciones:
  1. Habla con tu pareja sobre cómo te sientes, empieza por decirle: “yo me siento… cuando tú…” en vez de decirle: “tú me haces sentir que…” o “por lo que tú haces estoy…”, si es un hábito que te gustó al principio y ahora ya no tanto, explícale el porqué del cambio.
  2. Establece una nueva forma de relacionarte con él (ella) donde incluyan cosas nuevas que ambos puedan disfrutar, esas nuevas formas aparecerán en la medida en que reconozcan aquellas que los incomoda en la actualidad. Esto les permitirán conocerse mejor, comprenderse mutuamente y hasta puede llevar a unirlos mucho más como pareja.


Lic. César Bazalar Chacón
Psicoterapeuta de Pareja y Familia

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