
No trates ni intentes cambiar a tu pareja en aquello que no te agrada, más bien, con dedicación y siendo tú su ejemplo, INSPIRA su cambio.
En la Biblia, hay un verso casi escondido
de Oseas, donde se establece un principio del amor: "...llevaré a Israel al
desierto, y allí, con mucho cariño, haré que se vuelva a enamorar de mí."
(2.14 NTA), lo titulo "La Responsabilidad del Amor". Es que en el
amor no se trata de "lo que mi pareja me haga sentir",
sino de lo que yo esté dispuesto a hacer para que mi pareja se enamore más de
mí.
Enamorar significa "despertar amor" es decir, se trata de
conseguir el amor de una persona. Significa entonces que si quiero enamorar a
mi pareja, debo aprender a despertar amor en mi pareja, si no lo hago yo,
alguien más lo hará; y si mi pareja no lo hace conmigo, "alguien más"
también lo hará. La responsabilidad del amor no está en la pareja sino en uno
mismo, en el cariño que puedo mostrar, en las palabras que pueda decir, en el
trato que pueda dar a lo largo de la relación, por eso se trata de INSPIRAR no de obligar. Aunque muchos digan que el
enamoramiento es sólo el inicio de una relación y que sólo dura un año a lo
más, la responsabilidad de "enamorar" a su pareja va a tener que ser
frecuente si quiere permanecer en amor.
Definitivamente habrán discusiones,
malos entendidos o incluso desacuerdos, pero nada de ello tiene que ver con el
amor sino con la convivencia y la adaptación. El amor está por encima de ello.
Algo que aprendimos en estos últimos años es que "podemos estar en
desacuerdo, en discusión o hasta en pleito, pero no dejaremos que eso defina
nuestro nivel de amor. Nos amamos y punto, aunque no estemos de acuerdo en
algo".
No permita que un desacuerdo defina su nivel de amor, por el
contrario, hagan que su nivel de amor les permita llegar a mejores acuerdos. INSPIRE.
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